Así están innovando las empresas que ya tienen oficina (y tú también podrías hacerlo)
Durante años, muchas empresas pensaron que tener un gran corporativo era suficiente. Oficinas bien equipadas, escritorios asignados, salas de juntas con agenda eterna y un diseño institucional que gritaba “seriedad”. Pero hay algo que no siempre cabe en esas paredes: la creatividad.
Y por eso hoy muchas compañías están haciendo algo diferente: complementar sus oficinas con una sede alterna en espacios de coworking.
¿Parece contraintuitivo? ¿Por qué invertir en un espacio adicional si ya tienes uno propio?
La respuesta es simple: porque no todos los equipos necesitan lo mismo, y no todas las ideas nacen en el mismo lugar.
¿Por qué tener una oficina adicional fuera del corporativo?
Imagina que formas parte del equipo de marketing, innovación o diseño de una empresa consolidada. Tu día a día requiere inspiración, agilidad y espacio para pensar diferente. Pero estás en el piso 15 de un edificio con cubículos y reglas formales. ¿Qué tan fácil es romper patrones ahí?
Cada vez más empresas entienden esto y están optando por habilitar sedes creativas, dinámicas y flexibles para:
- Equipos de innovación
- Equipos de marketing y contenido
- Unidades de nuevos negocios
- Líderes en procesos de transformación digital
- Programas internos de formación o workshops
Y en lugar de montar un nuevo centro desde cero, están apostando por espacios ya listos para usarse: coworkings con identidad, comunidad y la infraestructura perfecta para equipos que piensan fuera de la caja.
Beneficios reales de tener una sede alterna en coworking
1. Ambiente fresco = ideas nuevas
El entorno importa más de lo que creemos. Las oficinas tradicionales pueden volverse repetitivas, mientras que los espacios compartidos suelen:
- Tener más luz natural y zonas abiertas, que rompen la sensación de encierro y promueven una mentalidad más expansiva. La arquitectura influye directamente en la forma en que pensamos y creamos.
- Estar diseñados para fomentar interacción e inspiración, desde áreas comunes que invitan a conversar, hasta zonas de descanso donde las mejores ideas aparecen en medio de un café.
- Ofrecer un cambio de ritmo que rompe la rutina, ayudando al equipo a salir del piloto automático y generar ideas más frescas, disruptivas y alineadas a nuevos contextos.
Mover a un equipo creativo a un lugar así puede activar nuevas conexiones mentales, mejorar el ánimo del grupo y fomentar soluciones más innovadoras.
2. Dinámicas distintas, energía distinta
En una sede alternativa puedes hacer cosas que quizá no suceden en tu oficina principal:
- Workshops internos con dinámicas más libres, donde el mobiliario flexible, las paredes para rayar y la disposición del espacio permiten sesiones mucho más efectivas y espontáneas.
- Sprint de campañas donde el equipo se concentra unos días sin interrupciones, logrando avances que normalmente tardarían semanas bajo el ritmo tradicional.
- Presentaciones creativas con clientes o líderes internos, en un espacio más relajado, visualmente atractivo y emocionalmente estimulante.
- Sesiones de brainstorming, hackathons o co-creación, que requieren libertad para moverse, hablar en voz alta, prototipar y fallar sin juicio.
Tener un espacio pensado para experimentar hace que las buenas ideas pasen más seguido y se ejecuten con más energía.
3. Refugio del ruido corporativo
Todos lo sabemos: en el corporativo hay reuniones todo el día, emails eternos y burocracia. A veces, lo que necesitas es salirte de ahí para avanzar.
Una sede en coworking permite:
- Tomar decisiones con mayor autonomía, al contar con un entorno más ágil, donde las reglas están diseñadas para crear, no para controlar.
- Reducir interrupciones innecesarias, como llamadas constantes, reuniones urgentes que interrumpen flujos o dinámicas que frenan la creatividad.
- Enfocarte en crear, no solo en operar, recuperando el tiempo y la claridad mental necesarios para pensar a profundidad, experimentar y llevar ideas al siguiente nivel.
Muchos líderes reconocen que los equipos más disruptivos necesitan un poco de “distancia saludable” para florecer.
4. Cultura empresarial más abierta e inspiradora
Los espacios compartidos traen consigo un bonus inesperado: la comunidad.
Aquí tu equipo convive con emprendedores, creativos, freelancers y personas de distintos sectores. Eso aporta:
- Ideas frescas, al ver cómo se trabajan y resuelven problemas en otras industrias y modelos de negocio.
- Conexiones valiosas, que pueden derivar en alianzas, nuevas contrataciones, proveedores o simplemente puntos de vista diferentes que enriquecen la visión de tu empresa.
- Inspiración fuera del ecosistema propio, que amplía horizontes y fortalece la cultura organizacional desde dentro.
Además, tu empresa proyecta una cultura más abierta, ágil y actual. No solo por lo que hace, sino por dónde y cómo lo hace.
5. Agilidad sin burocracia
Montar una oficina desde cero implica inversión, permisos, tiempos de implementación… y más burocracia.
En un coworking:
- Tomas decisiones en días, no en meses, ya que los espacios están listos para usarse y las condiciones están pensadas para facilitar el acceso.
- El espacio ya está equipado, desde escritorios hasta salas de juntas, conexión a internet, áreas comunes, café, limpieza y más.
- Todo está incluido, lo que evita gastos ocultos, costos imprevistos o problemas operativos que normalmente frenan el inicio de operaciones.
Literalmente, puedes enviar al equipo a operar ahí la próxima semana y empezar a ver resultados en cuestión de días.
¿Para qué tipo de empresas aplica?
Esta estrategia no es solo para startups. De hecho, funciona especialmente bien para empresas consolidadas que buscan:
✅ Agilizar procesos creativos, permitiendo que los equipos trabajen con mayor fluidez y libertad.
✅ Empoderar a unidades de innovación, dándoles un entorno que fomente la experimentación y la toma de decisiones rápida.
✅ Crear laboratorios de ideas o hubs de nuevos proyectos, donde se puedan prototipar soluciones antes de escalarlas.
✅ Mejorar la experiencia de ciertos perfiles, especialmente creativos, desarrolladores, estrategas o diseñadores.
✅ Tener espacios de prueba o prototipado, sin comprometer la imagen o recursos del corporativo principal.
Y no se trata de dejar el corporativo. Se trata de ampliar las posibilidades de lo que tu equipo puede hacer.
Casos de uso que hemos visto en The Pool
En The Pool, hemos sido testigos de empresas que:
- Asignan un día a la semana para que sus equipos salgan del corporativo y trabajen aquí, como una forma de resetear la energía, avanzar ideas pendientes y fortalecer vínculos internos.
- Reservan oficinas privadas por meses para campañas clave o lanzamientos, aprovechando un entorno con menos ruido y más enfoque.
- Hacen workshops internos aprovechando nuestras salas y terrazas, como parte de sus programas de innovación, talento o formación.
- Usan el espacio como incentivo para equipos de alto rendimiento, o incluso para diseñar programas de liderazgo en contextos menos rígidos.
Lo importante es entender que una oficina extra no es un lujo: es una inversión en agilidad y cultura.
¿Y si pruebas con un tour?
Sabemos que leer sobre esto no es lo mismo que vivirlo. Por eso, te invitamos a conocer uno de nuestros espacios y visualizar cómo podría adaptarse a tu empresa.
🔍 ¿Tienes un equipo creativo que necesita respirar distinto?
💡 ¿Estás planeando un sprint de innovación?
🧠 ¿Tu equipo está estancado en la rutina del corporativo?
Entonces esta idea puede ser justo lo que necesitan.
Visítanos y cambia el escenario
En The Pool Interlomas creemos que el espacio es parte de la estrategia. Y que a veces, salir de tu zona habitual es lo mejor que puedes hacer por tu equipo.
Agéndalo. Vívelo. Siente la diferencia.
📍 Elige una sede, agenda tu tour y conoce todo lo que tu empresa puede ganar.
🗓 Pide tu day pass y agenda un tour aquí: hola@thepool.mx
The Pool. Espacios que inspiran. Oficinas que activan.